sábado, 26 de febrero de 2011

Nada más empezar la partida he perdido las ganas.

Esta noche la luna se esconde y se viste de gris.
http://www.youtube.com/watch?v=58YmIyjUeeI
Esta noche no quiere "te quieros" ni quiere regar con reproches su huerta.
A esta noche le pueden los celos, esta noche se queda a dos velas.

jueves, 24 de febrero de 2011

viernes, 18 de febrero de 2011

El Club de los Corazones Solitarios.

Y entonces, sucedió.
Allí estaba.
Más alto.
Más mayor.
Ya no sólo guapo, sino sexy.
Y era mío.
Quería estar conmigo. Y yo, con él. Parecía así de simple.
Al poco tiempo, estábamos juntos. Por fin, juntos de verdad.
Sólo que no fue el cuento de hadas que yo había esperado.
Porque los chicos cambian.
Mienten.
Te pisotean el corazón.
A fuerza de desengaños, descubrí que ni los cuentos de hadas ni el amor verdadero existen.
Que el chico perfecto no existe.



lunes, 14 de febrero de 2011

Ho voglia di te.

Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco lo mismo...

Fecha de caducidad.

Por muchas noches en blanco que dedique una a pensar en su biografía sentimental, la verdad, es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltará en pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de antemano. Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad como los yogures, así sabríamos de antemano cuál es la fecha del final, y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque, si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que esta vez sí, ese yogur pueda conservarse para siempre.

domingo, 13 de febrero de 2011

Despiértame, di que paraste el tiempo y nada sucedió.

Tengo miedo. Miedo de que llegue ese día, y me de cuenta de que no estás. De que otro año más no te llamaré, no escucharé tu voz, y no celebraremos tu cumpleaños. 20 cumplirías ya. Quién nos lo iba a decir, eh? Desde pequeñas. ¿Sabes que fuiste mi primera amiga? Mi mejor amiga. Te convertiste en mi hermana.



Hoy recordaba cómo un día de verano, después de que tú te fueras, fui a tu casa, a ver a tu familia. Tu madre le explicó a la peque, porqué tu hermana se llamaba Ana. También he estado recordando cuando tu tía me contó que un día le dijiste que yo era tu mejor amiga. ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué te has ido? Me prometiste que siempre estaríamos juntas. Teníamos tantos planes. Te quedaba tanta vida.



No consigo encontrar un motivo para levantarme mañana y seguir con mi vida. Ahora me siento sola, lejos de ti, lejos de casa. Ayúdame a llegar al día 16 y conseguir levantarme, encontrar un motivo que me haga seguir adelante.
TE NECESITO.


Sé que ahora estás ahí arriba, cuidándonos. Nunca dejes de brillar.
Te quiero Luisa.